Un factor importante de diferenciación fue la botella, ya que a diferencia de otros refrescos, optamos por una botella más pequeña y con menor contenido neto. Gracias a esta decisión, con el paso del tiempo sucedió un fenómeno muy interesante: los consumidores de manera generalizada las llamaban Chaparritas, y por esta razón, decidimos adoptar este nuevo apodo para renombrar la marca como: Chaparritas El Naranjo®, para finalmente quedarnos solo con Chaparritas®.